Este es un blog fundamentalmente de fotografía, en el que de vez en cuando y solo de vez en cuando, puede aparecer la palabra escrita, sin otra pretensión que la de servir de divertimento y desahogo a su autor.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Desde mi encierro.


Entre aplausos comprendieron lo absurdo y suicida de ciertas alternativas,  pusieron fin al tiempo del individualismo egoísta, dando comienzo la era cooperación solidaria.


9 comentarios:

  1. Muy interesante trabajo Javier.
    Espero que este momento ponga fin a ese individualismo egoísta y nos enseña la otra cara de la moneda en la que todos pensemos en los otros y así podamos construir una sociedad más justa.
    Un abrazo

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  2. Me gusta la imagen y el texto que la acompaña. Hay originalidad.

    Un saludo.

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    1. Gracias por tu visita y comentario.

      Hoy más que nunca ¡Salud!

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  3. La gente, está dando ejemplo de solidaridad.

    Muy bueno el trabajo, que has hecho, teniendo tanto tiempo ahora en casa.

    Besos

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  4. Nada me alegraría más que tus palabras de introducción fueran premonitorias, pero... entre los mismos que aplaudieron en las ventanas y balcones se encuentran quienes corrieron en desbandada a los supermercados en un sálvese quien pueda y, en un antes yo, luego yo y después yo, arrasaron con las estanterías acaparando lo que necesitaban, pero también lo que no, sin pensar para nada en que su prójimo podía pasar necesidades. Es la naturaleza humana.
    Un abrazo y espero que todo vaya bien.

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    1. Cierto, esa es la parte negativa de la naturaleza humana.
      Pero afortunadamente hay otra, la de los trabajadores de la sanidad, con los que cuando esto acabe habremos adquirido una deuda de agradecimiento imposible de pagar, la de los parados y autónomos que en tres días han instalado cientos de metros de tuberías en los hospitales de campaña, aportando sus propias herramientas sin pedir ni un céntimo a cambio, la de los estudiantes de medicina que se ofrecen voluntarios para trabajar, y ayudar en lo que sea necesario, la de los que ponen su dinero y su tiempo montando en las carreteras puntos gratuitos de comida para los trasportista que abastecen nuestros mercados, la de los taxistas que ofrecen sus vehículos de manera desinteresada para que los médicos puedan visitar a los enfermos, la de las costureras que se pasan el día en casa cosiendo mascarillas que después regalan, la lista es mucho más extensa y citar a todas sería largo, muy largo.
      Cuando pase la tormenta espero que como sociedad hayamos aprendido y sacado algo positivo de tanto dolor, y seamos capaces de poner la parte positiva de la naturaleza humana frente a la mala, al menos ese sea mi deseo.
      Espero y deseo que tú y los tuyos estéis bien, un abrazo.

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  5. Yo soy de la opinniòn de que cuando esto pase,ya nadaserà igual,ni polìtico,ni socual ni econòmico. Tendremos que aprender a vivir dentro de un nuevo orden y espero que sea para bien,pero no lo tengo muy claro. No soy negativa,soy realista. .. Cuìdate mucho.

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